En el campo de la criopreservación de plantas, la vitrificación se ha convertido en una técnica pionera para la protección de los recursos fitogenéticos. La vitrificación transforma el tejido vegetal a un estado vítreo que previene la formación de cristales de hielo durante la congelación, lo que la hace ideal para preservar material genético sensible a temperaturas extremadamente bajas.
El concepto de vitrificación no es nuevo; se ha utilizado con éxito desde hace mucho tiempo en la criopreservación de plantas y ofrece una alternativa a los métodos de congelación convencionales, que a veces resultan en tasas de recuperación más bajas. Al enfriar rápidamente el tejido vegetal con crioprotectores, la vitrificación previene la formación de cristales de hielo dañinos dentro de las células, lo que permite almacenar el tejido a -196 °C sin perder su viabilidad.
Los recientes avances en técnicas de vitrificación han elevado aún más el nivel de la criopreservación de plantas. Han surgido métodos como la vitrificación por encapsulación, la vitrificación por gotas e incluso las nuevas técnicas de crioplaca D o V, todas ellas orientadas a mejorar aún más las tasas de regeneración vegetal, adaptándolas a una mayor variedad de especies vegetales y simplificando el proceso. Estos métodos están ayudando a los investigadores a criopreservar incluso especies vegetales que antes se consideraban demasiado complejas para los métodos criogénicos convencionales.
Por ejemplo, el método V-crioplaca logró una impresionante tasa de rebrote del 93 % en la planta de Stevia rebaudiana, superando significativamente métodos anteriores como la vitrificación estándar, que alcanzó una tasa de éxito del 68 %. Estas mejoras demuestran cómo la investigación continua y la optimización de las técnicas de criopreservación pueden conducir a mejores resultados de conservación para nuestra biodiversidad vegetal. Estos métodos permiten a los investigadores mejorar las tasas de rebrote, adaptarse a una mayor variedad de especies vegetales y simplificar el proceso. Estos métodos están ayudando a los investigadores a criopreservar incluso especies vegetales que antes se consideraban demasiado difíciles para los métodos criogénicos convencionales.
La criopreservación posee un inmenso potencial, no solo para la conservación de cultivos alimentarios, sino también para la preservación de la diversidad genética, esencial para el futuro fitomejoramiento y la conservación de la biodiversidad. La versatilidad de la vitrificación también se extiende a diversas estructuras vegetales, ya sean ápices, yemas latentes o axilas embrionarias. Para cada una de ellas, existen protocolos de criopreservación específicos que deben perfeccionarse para mantener la viabilidad, y es aquí donde los avances modernos están marcando una verdadera diferencia.
En Consarctic, nos enorgullece apoyar estos avances proporcionando soluciones criogénicas de vanguardia a investigadores y criobancos de todo el mundo. Nuestra tecnología se centra en la refrigeración constante, el almacenamiento controlado y, en definitiva, la conservación exitosa a largo plazo de plantas y otros materiales biológicos.